Aunque ya tiene algunos años, el tratamiento de carboxiterapia, es decir, la terapia con dióxido de carbono, aún no es muy conocido. Sus numerosos usos entre los que se incluyen reducción de celulitis o grasa localizada, disminución de las secuelas del acné, atenuación de estrías y ojeras, rejuvenecimiento facial o incluso reducción de papada, hacen que esta terapia sea una opción a considerar por sus buenos resultados.
El término carboxiterapia se aplica tanto a procedimientos médicos, como baños de gas o inyecciones subcutáneas con CO2, como a tratamientos estéticos menos invasivos inspirados en sus mismos efectos pero llevados a cabo a través de exfoliaciones. En este segundo caso, de lo que se trata es de estimular los tejidos y rejuvenecer a través de la utilización de productos determinados.
La carboxiterapia, en su vertiente cosmética, ha demostrado su eficacia en la reducción de secuelas de acné, estrías, ojeras, disminución del poro, atenuación de líneas de expresión y, en general, en el rejuvenecimiento facial. La característica fundamental de este tratamiento es que tiene efectos visibles desde la primera sesión, que no dura más de 30 minutos, aunque para un resultado duradero es conveniente repetirlo cada 2 o 3 semanas aproximadamente.
En algunos centros TCUIDA se ofrece este tratamiento facial con productos de Natura Bissé. Sus ingredientes aportan a la piel un efecto lifting que junto con el masaje de nuestros profesionales consigue combatir los signos del envejecimiento cutáneo. En conjunto, la “carboxiterapia” o “carboxiterapia express” es una experiencia única con resultados visibles para el rejuvenecimiento facial.
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